RESUMEN DEL CAPITULO 5
Hafid durante todo el camino de regreso a Jerusalén pensaba en alguna excusa que le daría a Pathros sobre el manto que había regalado porque si decia la verdad se burlarían de él.
Al llegar se encontró con Pathros; el cuál lo llamo sorprendido por tan brillante estrella que veía. Le preguntó a Hafid que si había visto la estrella y lo negó. Pathros miró a Hafid con incredulidad y le dijo que esa estrella lo estaba siguiendo a él ya que hacia 2 horas que la venía observando en Belén y luego se había unido a la caravana y por último estaba ahí donde estaba Hafid. Pathros replicó que nunca había visto algo semejante y que esa noche nunca la olvidaria; por lo cuál Hafid contestó lo mismo.
Pathros le preguntó el porque nunca olvidara esa noche y se dirigió a la sesta del asno donde Hafid llevava el manto y no vió nada. Pathros pensó que Hafid habia vendido el manto y lo invitó a que le contara todo lo que había vivido en Belén.
Hafid prosiguió diciendole todos los contratiempos que tuvo con personas y en un sin fin de preguntas que ponia en duda ser un buen vendedor. Luego pensó en Lisha que no podía ser un fracasado ante los ojos de ella pero igual ya lo era porque había regalado el manto.
Pathros le dijo que ese viaje fue muy beneficioso para él y para Hafid porque la brillante estrella lo había sanado de su ceguera. Luego le dijo que se preparara para otro viaje con destino a Palmira pero que esta vez fuera como camellero. Al final le dijo: “Hafid duerme en paz porque no haz fracasado”.
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